martes, 23 de noviembre de 2010

¡Pero cuanto tonto cría dios!

Lo digo por todos esos idiotas que se están haciendo pajas mentales con la última parida nazi que vive en Roma. Se creerán de verdad que el tipo está dejando de ser un retrógrado y que esto es símbolo de que la iglesia se está modernizando y volviendo mas abierta y tolerante...


¡Y UNA MIERDA!


Todo esto no ha sido mas que una treta publicitaria para vender el libro donde aparece esa famosa frase y la cosa les ha salido a pedir de boca. Porque el libro, que ha salido a la venta recientemente, se esta vendiendo como rosquillas y ya hay sitios donde se ha agotado. Que contento estará el nazi contemplando las montañas de fajos de billetes que se le vienen encima gracias a su engaño. Todo gracias a estos tontos que se tragan cualquier cosa a la que los medios de comunicación le dan bombo.


"Para el próximo libro diré que condeno los casos de pederastia cuando las víctimas no han sido vestidas como putas por sus padres."


Es la última moda hoy día para vender libros: levanta una buena polémica y un montón de imbéciles irán corriendo a comprar tu libro solo por curiosidad. Bien lo demostró Dan Brown con su Código Da Vinci. Pero tampoco hay que irse tan lejos. Recordemos como hace dos años
Pilar Urbano logró que su libro sobre la reina Sofía se vendiera como churros por meter unas supuestas declaraciones polémicas de la reina que sentaron muy mal a los sectores progres. Y, como estos nunca se paran a pensar las cosas, salieron corriendo a prostestar contra la monarquía y montar el gran escándalo dándole cada vez mas publicidad gratuita al libro.

Yo, desde luego, no pienso picar solo porque el nazi diga que autoriza el condón solo el algunos casos (casos en los que también está discriminando) junto con las monsergas de siempre. Hay muchos libros buenos como para perder el tiempo con esas tonterías. Aún así, me repugna ver como un montón de borregos se amontonan en las librerías o los centros comerciales para comprar un libro por una mísera frase.



Soy Rachael Newman. Si estáis leyendo esto, sois la resistencia.








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